Filiberto Vázquez Dávila es el investigador del IPN a quien hay que agradecer el sinnúmero de promociones a las que podremos tener acceso el próximo 1 de julio una vez que hayamos ejercido nuestro derecho al voto. La razón es que Filiberto inventó la tinta indeleble que mancha nuestros pulgares como evidencia de que hemos votado.
Ahora mismo, en el laboratorio de Ciencias Biológicas del IPN se están creando 40 mil litros de esta mal llamada «tinta» ya que de acuerdo con su creador es un pigmentador que funciona de distinta manera de acuerdo con la huella digital y el tono de la piel en que se aplica.
Este pigmento se inventó hace 23 años, lo que lo hace único es que no puede quitarse de la piel con agua y jabón, ni con thinner, cloro o acetona, su fórmula está catalogada como secreto industrial, y a lo largo del tiempo se ha ido perfeccionando para dar más seguridad en los comicios. Al cabo de 12 horas de su aplicación se desvanece sin dejar rastro, y no representa ningún riesgo para la salud.
La fórmula de este pigmentador indeleble es tan buena que es adquirido en otros países del continente Americano para ayudar a la seguridad de las elecciones.