La UNAM lleva un tiempo trabajando en su propia vacuna para COVID: a través de un equipo multidisciplinario comandado por Edda Lydia Sciutto Conde, del Instituto de Investigaciones Biomédicas, la universidad más afamada de México lleva varios meses probando en ratones lo que eventualmente se convertiría en una vacuna. Ahora, El Financiero retoma que la vacuna podrían estar para mediados del 2021.
En una declaración hecha por la investigadora Sciutto Conde en la mesa ‘La ciencia mexicana frente a la pandemia del COVID-19’ y que retoma el periódico, se asegura que la candidata experimental ha tenido resultados favorables en los animales de experimentación. A decir de la investigadora, la UNAM tiene el suficiente músculo de desarrollo para impulsar la vacuna.
Ahora mismo lo que sigue es comenzar con las pruebas preclínicas, y, si todo avanza conforme el plan, en enero se comenzarían con las pruebas clínicas, y para mediados de año la vacuna mexicana estaría lista.
El equipo no solo está tras la que podría ser la primera vacuna mexicana, sino que también tiene proyectos de investigación como el de detectar anticuerpos en personas infectadas y la evaluación de un tratamiento basado en dexametasona vía intranasal.
En el proyecto de vacuna también se trabaja en conjunto con la Secretaría de Salud y el Gobierno de Ciudad de México.
Las otras vacunas
México tiene varios acuerdos de entendimiento con otros países para que forme parte de los ensayos clínicos de sus vacunas, y de ser aprobadas, reciba trato preferencial cuando llegue la etapa de distribución. Entre los acuerdos ya hechos se cuenta el de las empresas Janssen Pharmaceuticals en Estados Unidos, el de las empresas chinas Cansino Biologics y Walvax Biotechnology y el de la empresa Sanofi-Pasteur de Francia.
Adicionalmente México forma parte del proyecto para desarrollar una vacuna en conjunto con AstraZeneca y Argentina; y queda pendiente el tema de la vacuna rusa cuyos resultados de la primera y segunda fase se entregarán en breve a la Secretaría de Salud.