Las campañas de vacunación contra COVID-19 en el mundo continúan a pesar de las dificultades de suministro en varias naciones, sobre todo aquellas en vías de desarrollo.

En todos los países que ya aplican vacunas, se ha comenzado a inmunizar a personal de salud y a los adultos mayores, que son uno de los sectores más vulnerables ante el COVID.

Después de estos grupos, seguirán los demás según su edad y enfermedades crónicas, aunque el orden depende enteramente de las autoridades de salud de cada país.

Dentro de todos los sectores en una población, ¿quién sí puede optar por una vacuna y quién no? La Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (FACME) tiene la información que necesitas.

PERSONAS CON COVID-19 TRAS LA PRIMERA DOSIS


La mayoría de las vacunas que ya han sido aprobadas de emergencia son de dos dosis para conseguir la inmunidad deseada.

Si te pusieron la primera dosis y antes de la siguiente te dio COVID, la FACME recomiendo que, si se trata de trabajadores de salud o personas menores a 55 años y sin enfermedades de riesgo, se esperen 6 meses para la segunda inyección.

En el caso de que sean personas mayores de 55 años o con enfermedades crónicas, se deberá esperar a la recuperación del paciente y a que termine el periodo de aislamiento para administrar la segunda dosis.

PERSONAS CON REACCIONES ALÉRGICAS

Si te pusieron la primera dosis y en los siguientes 30 minutos tuviste alguna reacción alérgica moderada, la FACME recomienda que no se administre la segunda inyección hasta que se haga un estudio por alergología.

Las reacciones alérgicas moderadas incluyen urticaria aguda generalizada, angioedema, broncospasmo , disnea aislada, entre otras.

La cuestión es más delicada si presentaste reacciones alérgicas graves (anafilaxia) tras la primera dosis. En ese caso, no se debe poner la segunda dosis y además hacer el estudio por alergología.

LACTANCIA MATERNA

La FACME menciona que hasta el momento no se ha encontrado evidencia de que las vacunas contra COVID-19 afecten a la mujer, a la lactancia o al bebé.

Por tanto, con la información disponible ahora, las vacunas son seguras para las mujeres que se encuentran lactando y también para el lactante.

MUJERES EMBARAZADAS

La FACME detalla que «la gestación no constituye una contraindicación en la ficha técnica de la vacuna», por lo cual es posible administrarla en mujeres embarazadas.

Sin embargo, este grupo de la población debe tener claro que todavía no existen estudios suficientes para detallar los efectos adversos que podría tener en un embarazo.

En pruebas hechas en animales con embarazos, no hubo efectos adversos, pero no hay información extensa en humanos.

Por tanto, la aplicación de la vacuna contra COVID en mujeres embarazas debe ser una decisión voluntaria e informada; es decir, se deben revisar junto a un médico todas las condiciones de la paciente y evaluar si es viable la aplicación de las dosis.

NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES

La vacuna de Pfizer ha sido autorizada para personas de 16 años en adelante; en tanto, la de Moderna, para personas de 18 años en adelante.

¿Por qué? Hay resultados de que los menores de edad se ven menos afectados por el COVID-19. Poco más de 10 por ciento de todos los casos son en este grupo, según la FACME.

Por tanto, los niños, niñas y adolescentes no son uno de los grupos prioritarios ante la pandemia. No obstante, se recomienda que, ante enfermedades neurológicas de pacientes que asistan a terapias, se analice el caso de la vacuna COVID ante un médico.

PACIENTES CON INMUNODEFICIENCIAS

La FACME menciona que, al igual que con las mujeres embarazadas, no hay mucha información disponible sobre las consecuencias de la vacuna COVID en personas con inmunodeficiencias o en tratamiento.

Sin embargo, detalla que «las vacunas pueden ser administradas a pacientes inmunodeprimidos y es esperable que el perfil de seguridad sea similar en ellos que en la población general».

Además, agrega que las vacunas ARNm, como la de Pfizer-BioNTech y Moderna, se degradan rápidamente en el interior celular y no tiene capacidad de inserción ni de replicación. «Por ello son vacunas adecuadas para su administración en pacientes inmunodeprimidos».

PACIENTES CON CÁNCER

La FACME tiene una solo recomendación para este grupo de la población: sí, los pacientes con cáncer deben vacunarse contra COVID-19.

«Los pacientes con cáncer son un grupo a priorizar puesto que tienen mayor riesgo de mortalidad por COVID-19. Deberían priorizarse, por su mayor riesgo, los pacientes que están recibiendo tratamiento para el cáncer o los que tienen un cáncer avanzado, especialmente los pacientes con cáncer de pulmón y neoplasias hematológicas», detalla.